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Los paradigmas de liderazgo de la empresa moderna

20 diciembre, 2010 @ 12:57
posted by JALOPEZ

                                                                                                    El descubrimiento de una nueva era en las herramientas de gestión, obliga a la empresa a perseguir el valor diferencial como última estrategia en su carrera hacia el éxito.  

   

Por: MKM Publicaciones Informáticas.  

Editorial especializada en temas de tecnología, con publicaciones periódicas de informática y biotecnología.  

   

En el camino hacia el liderazgo empresarial, las compañías abordan la tarea, necesaria y compleja, de implementar herramientas de gestión capaces de dotar de total cobertura a sus áreas y departamentos.  

La misión de estas plataformas consiste en adaptarse por completo a la idiosincrasia y cultura empresarial, potenciando la dinámica y la identidad corporativa. Esto permite, en primera instancia, controlar, dinamizar y potenciar los procesos de la empresa, facilitando la creación de una imagen robusta, sin fisuras. Este factor, necesario para competir a comienzos de siglo, se está convirtiendo en un proceso estandarizado.  

Por ello, empresas de múltiples sectores de actividad acogen en su plan de estructuración o reorientación estratégica estas prácticas. Prácticas que obligan a que las empresas deban diferenciarse, ya que todos sus competidores poseerán las mismas virtudes: plataformas idénticas, procesos de negocio idénticos, casuísticas y normalizaciones idénticas.  

El valor diferencial como ventaja competitiva  

A este respecto, empresas de gran volumen han comenzado a introducir soluciones de gestión en sus suites ofimáticas, como ha hecho Microsoft con su CRM. El objetivo de estas iniciativas es hacer llegar una herramienta de gestión a todas las empresas que actualmente carecen de dicho sistema, lo que está provocando que su valor diferencial tienda a desaparecer.  

Esto mismo sucedió a mediados del siglo pasado, cuando herramientas como Excel o Access dotaban de un poderoso valor diferencial a la empresa, ya que las empresas de la competencia carecían de dichas herramientas. Hoy día, la popularidad de estas herramientas ofimáticas ha ocasionado que confieran valor, pero en ningún caso diferencial.  

Y esta es la trayectoria que están sufriendo las herramientas de gestión.  

Por ello, los fabricantes de soluciones para gestión empresarial que compiten en un mercado dominado por la intrusión de soluciones de bajo coste, están potenciando sus recursos y reorientando sus esfuerzos a la demanda para percibir las necesidades emergentes y crear, así, herramientas capaces de diferenciar a la empresa de su propia competencia.  

Estas son las estrategias que deben tomar las empresas para diferenciar su mecánica, productos y servicios, con el fin de que el cliente perciba un valor añadido en su decisión comercial:  

Incrementar la inteligencia del negocio  

Las herramientas de gestión generan, a nivel interdepartamental, una gran cantidad de información que, por lo general, es desechada por la empresa. Sin embargo, estos datos pueden ser reutilizados por la empresa a través de una herramienta de análisis de negocio, capaz de convertir la información transaccional en información puntual, además de poder conceptualizarla gráficamente.  

Las herramientas más innovadoras de este mercado proveen, a diferencia de los sistemas OLAP tradicionales, de una tecnología de última generación que evita el uso de pesados cubos de información generados con anterioridad. Esta importante característica permite llevar a cabo un análisis dinámico de los datos, en tiempo real, sin esperas ni retardos innecesarios como consecuencia de la generación de cada unidad de información.  

Así, cualquier perfil de la empresa está capacitado para obtener información detallada del negocio, característica que hasta ahora sólo se encontraba a disposición de directivos y estrategas de negocio. De esta forma, teniendo en cuenta la correspondiente protección de la información, los profesionales de la empresa pueden gestionar, añadir y modificar información, en tiempo real, que permita crear planes estratégicos en base a los datos almacenados.  

Permitir que la información fluya entre empresas  

Otra de las filosofías empresariales que ha tomado vital importancia en las estructuras empresariales de principios de siglo es SOA (Services Oriented Architecture, Arquitectura Orientada a Servicios). Este nuevo protocolo de comunicación entre plataformas, heredero de las tradicionales arquitecturas orientadas a objetos, permite compartir información entre plataformas, independientemente si son homogéneas o heterogéneas.  

Así, la empresa está capacitada para hacer que la información fluya entre sus nodos empresariales, así como reutilizar procesos de negocio de terceros, sin que la compañía deba afrontar una costosa inversión en I+D.  

Poseer los medios para adaptar la tecnología a la demanda  

Las plataformas de gestión que deban enfrentarse a la actualidad del mercado, regido por clientes sumamente exigentes y de fácil emigración a la competencia, deben estar capacitadas para adaptarse a las necesidades de la empresa. Por ello, las soluciones rígidas que impiden la personalización a la idiosincrasia de la empresa, impiden que ésta mantenga plena su actividad en un mercado con altos índices de competitividad, debido al nulo valor diferencial aportado.  

Por ello, las empresas modernas están demandando plataformas flexibles, las cuales posean modernos entornos de programación que permitan personalizar y establecer parámetros para la solución acorde a la problemática y necesidades de la empresa. De esta forma, una empresa está capacitada para desarrollar y hacer crecer la solución tanto como lo necesite, acumulando todo el conocimiento de negocio de su sector. Así, podrá utilizarlo para diferenciarse de su competencia y, así alcanzar el éxito empresarial.  

Optimizar el uso de los almacenes  

Las empresas se ven sometidas a un continuo movimiento en su cadena de procesos, siendo la de suministros la más afectada, lo que repercute principalmente en la gestión de almacenes. Por ello, la gestión de almacenes caóticos es una necesidad de las empresas cuyos planes de reorganización requieren de agilizar sus procesos internos y automatizar sus tareas más comunes.  

De esta forma, las empresas que se deseen reorientar al nuevo paradigma del negocio a los cambios impredecibles del mercado, donde la oferta sobredimensionada influye en la decisión del comprador, deben actuar con rapidez. Sus almacenes deben contar con herramientas provistas de tecnología de última generación, sistemas de radiofrecuencia, control de zonas de docking y una gestión precisa de la recepción de mercancía y envío por transporte de la misma.  

Es así como un almacén caótico puede optimizar al máximo su espacio efectivo, elevando su rendimiento y convirtiéndose, así, en un aliado de la empresa, en lugar de un grave problema.  

Expandir la actividad de la empresa a cualquier momento y lugar  

La proliferación de las tecnologías de comunicación ha permitido que las empresas dispongan de numerosos procesos capaces de impulsar sus negocios. Así, la movilidad ha permitido que los empleados itinerantes de las empresas puedan desplazarse y mantener la actividad empresarial, independientemente del momento o lugar en el que se encuentre un profesional de la compañía.  

Esto ha agilizado sobremanera los procesos concernientes a la manera en que se interactúa con la plataforma de gestión: altas y bajas de clientes, rotaciones de stock, envíos, programación del transporte, entre otras tareas… todo a través de un único dispositivo móvil de bolsillo, como puede ser un teléfono móvil, un PDA, o un Smartphone provisto de conexión a Internet.  

El paradigma de liderazgo basado en la movilidad tiene, por tanto, un objetivo claro: descentralizar la empresa y expandirla, ofreciendo a su cliente una imagen corporativa con mucha mayor presencia y más robustez. Esto infiere, indefectiblemente, en el índice de competitividad que obtiene con respecto a sus rivales. A mayor actividad, mayor presencia y, por tanto, se disfrutarán de notables incrementos por parte de la demanda.  

Blindar la información empresarial  

Este valor en torno al liderazgo empresarial se basa en el compromiso que adquiere la empresa con sus clientes, al proteger la información de éstos. Para un correcto almacenamiento de estos datos, acción de incalculable valor de cara a la imagen de robustez empresarial, la compañía se ve obligada a tomar una serie de medidas establecidas como, por ejemplo, la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) en España.  

Por ello, una empresa debe blindar su información más sensible, la que atañe a su bien más preciado, y protegerla de cualquier acceso fraudulento al sistema, ya se trate de un ataque externo o interno, desde la propia organización.  

Según un estudio de Aqua eSolutions, un 39% de los ataques a la información se realizan dentro de la propia empresa, por lo que es necesario establecer parámetros sobre los niveles de seguridad de forma que se readecuen las políticas de acceso y la compañía cuente con una dinámica de trabajo mucho más organizada.  

Ofrecer al cliente mayor agilidad en sus compras  

Los factores resultantes de la evolución de la oferta y la demanda, están originando nuevos cambios en la mentalidad del consumidor. Así, su información y formación es mucho más rica y valiosa para las empresas, ya que su decisión es determinante para la reorientación de los negocios de éxito.  

Por ello, las empresas están reorientando sus recursos, con el fin de crear herramientas de gran valor que potencien los negocios basados en puntos de venta. De esta forma, la empresa puede alcanzar un gran prestigio respecto a su competencia al ofrecer un servicio rápido y ágil, lo que evitaría el tan temido abandono del cliente por la espera a ser atendido en las líneas de caja.  

A este respecto, según un estudio solicitado por Aqua eSolutions a una empresa de soluciones de autoservicio, revela cómo se sentían los europeos (de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido) al esperar su turno. Los resultados muestran que las cajas de pago automático son el mejor invento para evitar las esperas, siendo el sector minorista el que genera más frustración al cliente respecto a este hecho. Debido al alto porcentaje de abandonos (de hasta un 37%), las empresas deberían considerar seriamente la implementación de una herramienta que agilice su actividad diaria.  

  El descubrimiento de una nueva era en las herramientas de gestión, obliga a la empresa a perseguir el valor diferencial como última estrategia en su carrera hacia el éxito. En el camino hacia el liderazgo empresarial, las compañías abordan la tarea, necesaria y compleja, de implementar herramientas de gestión capaces de dotar de total cobertura a sus áreas y departamentos. 

La misión de estas plataformas consiste en adaptarse por completo a la idiosincrasia y cultura empresarial, potenciando la dinámica y la identidad corporativa. Esto permite, en primera instancia, controlar, dinamizar y potenciar los procesos de la empresa, facilitando la creación de una imagen robusta, sin fisuras. Este factor, necesario para competir a comienzos de siglo, se está convirtiendo en un proceso estandarizado.  

Por ello, empresas de múltiples sectores de actividad acogen en su plan de estructuración o reorientación estratégica estas prácticas. Prácticas que obligan a que las empresas deban diferenciarse, ya que todos sus competidores poseerán las mismas virtudes: plataformas idénticas, procesos de negocio idénticos, casuísticas y normalizaciones idénticas.  

El valor diferencial como ventaja competitiva  

A este respecto, empresas de gran volumen han comenzado a introducir soluciones de gestión en sus suites ofimáticas, como ha hecho Microsoft con su CRM. El objetivo de estas iniciativas es hacer llegar una herramienta de gestión a todas las empresas que actualmente carecen de dicho sistema, lo que está provocando que su valor diferencial tienda a desaparecer.  

Esto mismo sucedió a mediados del siglo pasado, cuando herramientas como Excel o Access dotaban de un poderoso valor diferencial a la empresa, ya que las empresas de la competencia carecían de dichas herramientas. Hoy día, la popularidad de estas herramientas ofimáticas ha ocasionado que confieran valor, pero en ningún caso diferencial.  

Y esta es la trayectoria que están sufriendo las herramientas de gestión.  

Por ello, los fabricantes de soluciones para gestión empresarial que compiten en un mercado dominado por la intrusión de soluciones de bajo coste, están potenciando sus recursos y reorientando sus esfuerzos a la demanda para percibir las necesidades emergentes y crear, así, herramientas capaces de diferenciar a la empresa de su propia competencia.  

Estas son las estrategias que deben tomar las empresas para diferenciar su mecánica, productos y servicios, con el fin de que el cliente perciba un valor añadido en su decisión comercial:  

Incrementar la inteligencia del negocio  

Las herramientas de gestión generan, a nivel interdepartamental, una gran cantidad de información que, por lo general, es desechada por la empresa. Sin embargo, estos datos pueden ser reutilizados por la empresa a través de una herramienta de análisis de negocio, capaz de convertir la información transaccional en información puntual, además de poder conceptualizarla gráficamente.  

Las herramientas más innovadoras de este mercado proveen, a diferencia de los sistemas OLAP tradicionales, de una tecnología de última generación que evita el uso de pesados cubos de información generados con anterioridad. Esta importante característica permite llevar a cabo un análisis dinámico de los datos, en tiempo real, sin esperas ni retardos innecesarios como consecuencia de la generación de cada unidad de información.  

Así, cualquier perfil de la empresa está capacitado para obtener información detallada del negocio, característica que hasta ahora sólo se encontraba a disposición de directivos y estrategas de negocio. De esta forma, teniendo en cuenta la correspondiente protección de la información, los profesionales de la empresa pueden gestionar, añadir y modificar información, en tiempo real, que permita crear planes estratégicos en base a los datos almacenados.  

Permitir que la información fluya entre empresas  

Otra de las filosofías empresariales que ha tomado vital importancia en las estructuras empresariales de principios de siglo es SOA (Services Oriented Architecture, Arquitectura Orientada a Servicios). Este nuevo protocolo de comunicación entre plataformas, heredero de las tradicionales arquitecturas orientadas a objetos, permite compartir información entre plataformas, independientemente si son homogéneas o heterogéneas.  

Así, la empresa está capacitada para hacer que la información fluya entre sus nodos empresariales, así como reutilizar procesos de negocio de terceros, sin que la compañía deba afrontar una costosa inversión en I+D.  

Poseer los medios para adaptar la tecnología a la demanda  

Las plataformas de gestión que deban enfrentarse a la actualidad del mercado, regido por clientes sumamente exigentes y de fácil emigración a la competencia, deben estar capacitadas para adaptarse a las necesidades de la empresa. Por ello, las soluciones rígidas que impiden la personalización a la idiosincrasia de la empresa, impiden que ésta mantenga plena su actividad en un mercado con altos índices de competitividad, debido al nulo valor diferencial aportado.  

Por ello, las empresas modernas están demandando plataformas flexibles, las cuales posean modernos entornos de programación que permitan personalizar y establecer parámetros para la solución acorde a la problemática y necesidades de la empresa. De esta forma, una empresa está capacitada para desarrollar y hacer crecer la solución tanto como lo necesite, acumulando todo el conocimiento de negocio de su sector. Así, podrá utilizarlo para diferenciarse de su competencia y, así alcanzar el éxito empresarial.  

Optimizar el uso de los almacenes  

Las empresas se ven sometidas a un continuo movimiento en su cadena de procesos, siendo la de suministros la más afectada, lo que repercute principalmente en la gestión de almacenes. Por ello, la gestión de almacenes caóticos es una necesidad de las empresas cuyos planes de reorganización requieren de agilizar sus procesos internos y automatizar sus tareas más comunes.  

De esta forma, las empresas que se deseen reorientar al nuevo paradigma del negocio a los cambios impredecibles del mercado, donde la oferta sobredimensionada influye en la decisión del comprador, deben actuar con rapidez. Sus almacenes deben contar con herramientas provistas de tecnología de última generación, sistemas de radiofrecuencia, control de zonas de docking y una gestión precisa de la recepción de mercancía y envío por transporte de la misma.  

Es así como un almacén caótico puede optimizar al máximo su espacio efectivo, elevando su rendimiento y convirtiéndose, así, en un aliado de la empresa, en lugar de un grave problema.  

Expandir la actividad de la empresa a cualquier momento y lugar  

La proliferación de las tecnologías de comunicación ha permitido que las empresas dispongan de numerosos procesos capaces de impulsar sus negocios. Así, la movilidad ha permitido que los empleados itinerantes de las empresas puedan desplazarse y mantener la actividad empresarial, independientemente del momento o lugar en el que se encuentre un profesional de la compañía.  

Esto ha agilizado sobremanera los procesos concernientes a la manera en que se interactúa con la plataforma de gestión: altas y bajas de clientes, rotaciones de stock, envíos, programación del transporte, entre otras tareas… todo a través de un único dispositivo móvil de bolsillo, como puede ser un teléfono móvil, un PDA, o un Smartphone provisto de conexión a Internet.  

El paradigma de liderazgo basado en la movilidad tiene, por tanto, un objetivo claro: descentralizar la empresa y expandirla, ofreciendo a su cliente una imagen corporativa con mucha mayor presencia y más robustez. Esto infiere, indefectiblemente, en el índice de competitividad que obtiene con respecto a sus rivales. A mayor actividad, mayor presencia y, por tanto, se disfrutarán de notables incrementos por parte de la demanda.  

Blindar la información empresarial Este valor en torno al liderazgo empresarial se basa en el compromiso que adquiere la empresa con sus clientes, al proteger la información de éstos. Para un correcto almacenamiento de estos datos, acción de incalculable valor de cara a la imagen de robustez empresarial, la compañía se ve obligada a tomar una serie de medidas establecidas como, por ejemplo, la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) en España. 

Por ello, una empresa debe blindar su información más sensible, la que atañe a su bien más preciado, y protegerla de cualquier acceso fraudulento al sistema, ya se trate de un ataque externo o interno, desde la propia organización. Según un estudio de Aqua eSolutions, un 39% de los ataques a la información se realizan dentro de la propia empresa, por lo que es necesario establecer parámetros sobre los niveles de seguridad de forma que se readecuen las políticas de acceso y la compañía cuente con una dinámica de trabajo mucho más organizada. 

Ofrecer al cliente mayor agilidad en sus compras  

Los factores resultantes de la evolución de la oferta y la demanda, están originando nuevos cambios en la mentalidad del consumidor. Así, su información y formación es mucho más rica y valiosa para las empresas, ya que su decisión es determinante para la reorientación de los negocios de éxito. Por ello, las empresas están reorientando sus recursos, con el fin de crear herramientas de gran valor que potencien los negocios basados en puntos de venta. De esta forma, la empresa puede alcanzar un gran prestigio respecto a su competencia al ofrecer un servicio rápido y ágil, lo que evitaría el tan temido abandono del cliente por la espera a ser atendido en las líneas de caja. 

A este respecto, según un estudio solicitado por Aqua eSolutions a una empresa de soluciones de autoservicio, revela cómo se sentían los europeos (de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido) al esperar su turno. Los resultados muestran que las cajas de pago automático son el mejor invento para evitar las esperas, siendo el sector minorista el que genera más frustración al cliente respecto a este hecho. Debido al alto porcentaje de abandonos (de hasta un 37%), las empresas deberían considerar seriamente la implementación de una herramienta que agilice su actividad diaria.

 

                              Hoy por hoy, la posibilidad de que los directivos de una empresa tengan que enfrentarse a una situación de crisis es mayor que nunca. Los medios tecnológicos y de comunicación que nos rodean hacen que, en cualquier momento, surja una de estas situaciones, dice en su último libro el experto en comunicación Peter Frans Anthonissen.

El libro se titula “Crisis Communication” y en él repasa ejemplos en los que se ha hecho una correcta o nefasta política de comunicación cuando ha golpeado la crisis a una empresa. Asimismo, da una serie de pautas básicas que han de seguirse, como ponerse siempre en lo peor, anteponer las personas, responder con rapidez o tener siempre un plan.

Saber comunicar en momentos de crisis puede marcar la diferencia entre “la vida y la muerte” (de un negocio, se entiende). Esta es la principal conclusión que saca el escritor Peter Frans Anthonissen en su libro más reciente.

Hay innumerables ejemplos de esta afirmación. La debacle de Enron, que acabó en su caída, el horror que provocó una planta de la química Union Carbide en el famoso accidente de Bhopal, India… Estos son las muestras más famosas y mediáticas, pero casi a diario hay crisis que requieren que los directivos sepan comunicar correctamente, o bien, rodearse de las personas adecuadas que sepan hacerlo.

Últimamente, lo que nos hemos acostumbrado a ver son colapsos de algunos de los bancos y de las financieras más grandes del mundo o el peligro que corren empresas tan importantes como General Motors o Ford. Todavía está por ver si la gestión de la crisis que han sufrido estas empresas va a traer alguna ganancia. El autor de este nuevo libro lo duda mucho. En estos ejemplos, sostiene, los inversores, los clientes y los trabajadores han esperado, en vano, a que alguien con liderazgo calmara el miedo respecto a su futuro.

Ahora bien, podemos aprovechar estos errores y aprender qué hacer y qué no hacer cuando llega un momento de crisis. “Haber sido advertido del problema no es suficiente”, dice en un artículo que recoge Knowledge W. Carey “En la crisis, una comunicación efectiva y eficiente puede ser una cuestión de vida o muerte para el negocio”.

Más importante ahora

La posibilidad de que un directivo se vea en la tesitura de tener que afrontar un momento de crisis quizá está siendo ahora mayor que nunca: errores humanos, lapsos en un juicio, no reaccionar a tiempo, no anticiparse se pueden producir hoy por hoy con más facilidad que en el pasado.

¿Por qué? La respuesta está a nuestro alrededor. Vivimos en una sociedad muy desarrollada, con acceso inmediato a un auténtico arsenal tecnológico y de comunicación. “La omnipresencia tecnológica significa que la posibilidad de que surja una situación de crisis es mayor que nunca”, dice. ¿Quiere esto decir que hay más accidentes o problemas que hace 20 ó 30 años? Definitivamente no, pero lo que nos rodea ha cambiado.

El libro está repleto de ejemplos, tanto de sector público como del privado, que ilustran y analizan cómo se hace la gestión de una crisis y los beneficios que se obtienen si se hace correctamente.

Así, aborda el famoso caso de Johnson & Johnson’s y su Tylenol. En 1986, alguien introdujo cápsulas envenenadas con cianuro en botellas de Tylenol que ya estaban en las tiendas. Murieron siete personas, y la empresa tomó la decisión de retirar todos sus productos, lo que le costó 300 millones de dólares.

Además, contactó con los familiares de las víctimas para ofrecerles su apoyo y tomó nuevas medidas de seguridad en sus envases. Johnson & Johnson’s transmitió una imagen de preocupación por la seguridad de sus productos, de interés por la gente y de solidez en su gestión. Esto fue reconocido por los medios y el público que, todavía hoy, sitúan a Tylenol como un analgésico muy utilizado.

Gama de peligros

Otras empresas no han tenido la misma fortuna. Sencillamente no estaban preparadas para gestionar peligros, boicots, una caída acentuada del precio de sus acciones, bancarrota, daños en la imagen o en la reputación, un posible cierre, entre otros.

Peter Frans Anthonissen da una serie de principios básicos y esenciales sobre cómo gestionar una crisis. En primer lugar, recomienda que se asuma siempre el peor escenario posible. De esta manera, dice, la posibilidad de generar respecto y simpatía entre el público si se toman medidas más extensas es mayor.

Asimismo, es fundamental asegurarse de que la empresa tiene un plan. Diseñar un plan requiere que los directivos de la empresa piensen en escenarios de crisis posibles, sin importar lo penosos que estos puedan llegar a ser.

El tiempo es un factor clave. “No perdamos el tiempo”, dice. Si la respuesta a la crisis es tardía o pobre, costará sangre sudor y lágrimas recuperar la reputación perdida.

Además, hay que actuar siempre bajo la premisa de que lo primero son las personas. En tiempo de crisis, hay que asegurarse de que los ejecutivos senior estén en disposición de mostrar públicamente cómo la empresa está trabajando para reducir posibles sufrimientos o para gestionar la crisis adecuadamente.

Finalmente, recomienda que aprendamos del pasado. Todo directivo con sentido común vigila los desastres en su sector o en otros y aprende de ellos. Se preguntan, en definitiva, si ese mismo problema puede afectarle a ellos y si están capacitados para responder.

                                                                                                                                                                                             Fuente: Revista Decisión  Empresarial

Con la suscripción de convenios de confidencialidad, la petrolera pública Petroecuador entrega hoy a diez firmas interesadas información técnica sobre las áreas estatales en producción. De ese modo busca delegar a otras compañías el trabajo de optimización de sus campos viejos o maduros.

La información que se proporcionará a las petroleras internacionales es inventariada y contiene datos que permitirán a las futuras oferentes presentar un plan de inversiones para optimizar la producción de los campos, activos desde hace más de 40 años.

El vicealmirante (r) Manuel Zapater, gerente de Petroecuador, entregará los documentos de las áreas Shushufindi, Libertador, Auca, Lago Agrio y Cuyabeno. Solo esas áreas producen unos 120 mil barriles diarios.

La justificación del Gobierno para trasladar el mejoramiento de las campos de Petroecuador a otras firmas, es que la petrolera no ha logrado detener la tendencia a la baja de la producción de crudo, acentuada sobre todo en los últimos tres años.

Los veintitrés medicamentos más comercializados en el país serían los primeros en ser considerados para la sustitución de importaciones, como parte del proceso de disminución del déficit de la balanza comercial que efectúa el Ejecutivo.

Esto es lo que planea el Gobierno, según Renato Carló, presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos (ALFE), quien afirma que 18 laboratorios están preparados para elaborar esas medicinas, entre las que hay analgésicos, desinflamatorios, vitaminas y fármacos para la presión arterial y colesterol.

Carló, quien comenta que su gremio ha mantenido conversaciones con representantes del Gobierno en este sentido desde hace un mes, indica que se trata del primer grupo de medicinas donde se aplicará la sustitución y se espera dejar de importar hasta $ 180 millones. Sin embargo, especificó que a largo plazo se aspira a maquilar todos los elementos incluidos en el Cuadro Básico de Medicamentos (unos 415 ítems).

La balanza comercial, según los registros del Banco Central hasta octubre llegó a $ 1.213,44 millones, déficit récord si se compara con periodos similares de la última década. La ministra coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, ha señalado que el sector farmacéutico importó 900 millones de dólares el año pasado.