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El alto precio del petróleo: $ 90 en promedio frente al $ 73,3 presupuestado, el no pago de unos $ 549 millones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por el 40% de pensiones presupuestados para el 2011, y una relativa subejecución presupuestaria en inversión dan al Gobierno oxígeno en el manejo fiscal.

Al momento, el Gobierno no ha hecho uso de sus fuentes de financiamiento previstas: el Banco del IESS (Biess), $ 1.500 millones presupuestados, y China, $ 2.000 millones aprobados, aunque recientemente aprobó la emisión de $ 300 millones en bonos para el pago a constructores.

Hasta el jueves, la ejecución presupuestaria de la inversión y capital, según cifras del Ministerio de Finanzas, estaba en un 58,6% con respecto al presupuesto codificado (inicial más reformas), aunque ya ha transcurrido el 80% del año fiscal. De $ 9.869,6 millones se han ejecutado $ 5.792,9 millones. Pero si se compara el presupuesto inicial de $ 7.375 millones, el cumplimiento es del 78%.

Según el presidente del Biess, Ramiro González, este año la entidad “no ha comprado un solo bono al Gobierno”, y lo ve como una “buena noticia”.

La explicación: el precio del petróleo estuvo alto y el Gobierno no ha necesitado mayor financiamiento. Pero no descartó que en los próximos meses pudiera requerir de los fondos de la Seguridad Social.

Para Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, el país ha recibido ingresos petroleros más allá de lo presupuestado. Al principio se había calculado un déficit de $ 3.700 millones, y ahora hay un superávit de $ 500 millones.

González adelantó que en estos días, Finanzas pagaría al IESS parte de la deuda por el 40% de pensiones de la deuda generada en el 2008 y 2009.

Marcos López, experto financiero, explicó que el Gobierno no está pagando a tiempo ese 40% por las pensiones del 2010 y 2011; y que solo este año, lo presupuestado para Seguridad Social era de $ 740 millones, pero solo $ 200 millones se ha pagado a los institutos de Seguridad Social de las FF.AA. (Issfa) y de la Policía (Isspol), pero nada al IESS. Este diferimiento del pago, le sirve para contar con recursos corrientes.

Es que para López, mientras del lado de la inversión no existirían problemas de financiamiento y más bien hay una sub-ejecución de aproximadamente $ 1.200 millones; el sector de los gastos corrientes está sin liquidez.

Ese problema, para el experto, sería la razón por la cual el Gobierno busca más recursos vía reforma tributaria que ayer llegó a la Asamblea Nacional y que generará los ingresos permanentes que tanto se necesitan. Incluso recordó que el presidente de la República, Rafael Correa, anunció hace poco que para financiar salarios pensaba en el próximo año emitir un decreto ejecutivo para poder usar recursos petroleros en gasto corriente, lo cual es legal, pero se contradice con la regla macrofiscal: ingresos permanentes financian gastos permanentes.

Bonos

Para el exmiembro del directorio del Banco Central del Ecuador, Marcos López, la emisión de $ 300 millones en bonos para constructores, con los cuales se pagaría 80% de la obra con esos papeles y 20% en efectivo, es una medida para cuidar la liquidez. Los bonos no son comerciales. Ramiro González, directivo del Biess, explicó que por ley esa entidad no puede comprarlos.

Temas como la necesidad de aumentar la productividad por hectárea y la competitividad en los mercados forman parte de la agenda de la II Cumbre Mundial de Banano, evento que arrancó ayer en el Centro de Convenciones.

Durante el primer día de la cumbre, Sergio Seminario, ex ministro de Agricultura, señaló que uno de los temas importantes para el sector es que ha caído la demanda de banano por parte de la Unión Europea.

Esto, explicó, se debería a que los jóvenes y los adultos mayores, los compradores más importantes de la fruta, son los segmentos mayormente afectados por la crisis económica.

Seminario cree que este año las ventas a esa región caerían unas 700 mil cajas, en relación al año anterior.

Sin embargo, remarcó que el grupo de países europeos sigue siendo uno de los principales mercados para el producto por lo que habría que buscar alternativas para mejorar los precios de la fruta y poder competir.

Cecilio Jalil, presidente de la Asociación de la Industria Bananera Ecuatoriana, mencionó que no hay buenas expectativas para las exportaciones de banano, pues el precio en la temporada baja está muy deprimido, pero ello cree que se debe buscar mejor la productividad.

Jalil especifica que los grandes agricultores tienen buenos niveles de producción de cajas por hectárea, pero los pequeños hacen que baje el promedio nacional. Como ejemplo cita Costa Rica, donde dice están entre las 2.500 y 3 mil cajas por hectárea, mientras en Ecuador se ubican en 1.200 cajas por cada hectárea.

Según las cifras de Jalil, el 60% de productores son pequeños, pero solo ocupan el 30% de las plantaciones en el país.

La cumbre se extenderá hasta mañana. Cuenta con 10 conferenciantes invitados y hay 49 expositores en los stands.

El testamento original del extinto empresario Luis Noboa Naranjo, quien falleció en 1994 y fue dueño de un conglomerado de empresas, fue traído desde Nueva York a Ecuador. El trámite de traslado se concretó la semana pasada.

La Dirección Jurídica de la Cancillería confirmó ayer que el testamento, tras cumplir con una serie de requisitos de seguridad, arribó al país y fue entregado cerrado al Juzgado Séptimo de lo Civil de Pichincha.

El pedido para que el testamento se remita a Ecuador fue realizado en junio de este año ante el Ministerio de Relaciones Exteriores. La solicitud fue hecha por Luis Noboa Pontón, hijo mayor de Luis Noboa Naranjo, a través de una consultora particular.

En el escrito de esa fecha, se alega que “el testamento de sobre cerrado debió haberse enviado a la Cancillería del Ecuador y esta a su vez a un juez que le toque en la ciudad de Guayaquil, nada de eso ha sucedido hasta la presenta fecha…”.

Además se acota que “el difunto entregó ese documento (el testamento) por el motivo que vivía en Nueva York, para que este sea guardado hasta su muerte, pero luego de su muerte tenía que estar aquí en Ecuador…”.

María Auxiliadora Palacios, quien gestionó el pedido de Luis Noboa Pontón ante la Cancillería, indicó que él no pudo ir a ver el testamento a Nueva York debido a que se le “quitó sin ninguna razón la visa”.

Ella no adelantó las gestiones que realizarán, pero afirmó que funcionarios de la Cancillería ya le han confirmado que el testamento original ha sido notificado al Juzgado Séptimo de lo Civil de Pichincha.

En la década pasada y tras la muerte de su padre, Luis Noboa Pontón inició procesos en la Corte de Justicia en contra de Mercedes Santistevan vda. de Noboa, Gonzalo Noboa y de sus hermanos Álvaro, Isabel y María Elena Noboa.

A su vez, él también fue demandado judicialmente por Mercedes Santistevan y su hermano menor, Álvaro, quien fue candidato presidencial y a cuyas empresas el Servicio de Rentas Internas (SRI) ha seguido la gestión tributaria.

Además, en el 2002, Luis Noboa Pontón pidió la nulidad del testamento de su padre. Basó su pedido en que el documento, que la ley considera “cerrado y secreto”, fue abierto siete veces antes de su lectura definitiva.

Fuente El Universo

Si las medidas impuestas en este segundo semestre a las importaciones de autos terminaron de diluir las expectativas de vender más de 130 mil unidades este 2011, el sector automotor ha comenzado a mostrar una proyección más pesimista para el 2012 si se eleva el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD).

De incrementarse del 2% al 5%, como se plantea en la reforma tributaria, empresarios anticipan que eso podría frenar más las ventas y afectar al consumidor, que deberá absorber un aumento de precios en los carros importados, incluso en una proporción mayor al ISD.

Un importador indicó que será inevitable que se traslade el alza del ISD al precio final, pues es un impuesto que directamente influye en los costos.

Si un importador trae un vehículo en $ 7.500, este que ahora paga $ 140 por ISD, entraría a cancelar $ 350. Para el caso de un carro de $ 15.000, el ISD pasaría de $ 300 a $ 750.

Diego Luna, gerente de Ecuawagen, consideró que elevar el ISD podría ocasionar un ‘remesón’ en un sector que ha venido perdiendo márgenes ante una serie de incrementos de impuestos en los últimos años.

El empresario indicó que un aumento de tributos tiende a alejar a la clase media a comprarse un vehículo, pues estos incluso se vuelven más caros que en países vecinos. Luna explicó que si bien Colombia tiene un arancel del 20% y un IVA diferenciado, un vehículo que allí vale $ 15 mil, en Ecuador se lo consigue en $ 20 mil.

Datos de la Asociación Ecuatoriana Automotriz, que reúne a importadores de Guayaquil, refieren que el sector ha registrado más de una decena de medidas desde el 2008, como incrementos del ICE, aumento de aranceles, restricciones, entre otras .

Nicolás Espinosa, presidente de Automotores y Anexos, manifestó que con una nueva reforma se genera “incertidumbre” no solo a nivel local sino en proveedores externos.

“Con un 3% más (de ISD) no solo se encarece el producto, los resultados van a ser la disminución de la actividad importadora y todo lo que tiene que ver con la productiva”, señaló Espinosa, quien cree que la venta de vehículos para el 2012 no superaría las 100.000 unidades.

Ante la aplicación de una reforma, el Gobierno ha divulgado que el ISD pagado en importaciones de bienes de capital y materia prima, podría ser usado como crédito tributario que se aplicaría para el cálculo del impuesto a la renta (IR).

Carlos Mackliff, gerente de Probitas Consultores, explicó que el importador suele ver complicado este medio tributario, pues al momento que saca el dinero para traer un producto le cobran el impuesto anticipadamente y para hacer un crédito tributario aplicable al IR deberá esperar un año hasta hacer su declaración.

Hasta que transcurra eso, según Mackliff, el importador perdió movimiento de dinero para capitalizar su negocio y el incremento del ISD ya habría sido trasladado al consumidor.

Jorge Ayala, gerente de Transfer Pricing Advisors, estimó que un incremento del ISD probablemente genere un efecto de sustitución de vehículos caros hacia más económicos en la medida que el presupuesto de la gente se vea afectado.

El especialista recordó que en sus orígenes, el cobro del ISD de 0,5% no incluía a las importaciones, pues se consideraba que este tipo de impuestos se estructuraba para evitar la salida de capitales ‘golondrinas’ en épocas de crisis. “Hoy se lo quiere usar para desestimular importaciones y para financiar el presupuesto público”, dijo.

Fuente  El Universo