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El pago del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) generado por la importación de ciertos bienes de consumo podrá ser compensado con el Impuesto a la Renta. Así lo anunció el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco.

Antes de la reforma el ISD era del 2%, pero a partir del jueves pasado, cuando entró en vigencia por el ministerio de la ley, la tasa subió al 5%.

En un encuentro con la prensa aseguró que el Comité de Política determinará cuáles son esos productos que serán tomados en cuenta para la compensación. Aunque, de manera general, señaló que “si un importador de celulares, de radios, de refrigeradoras, camisas, zapatos” paga los tres puntos adicionales por el ISD tiene dos caminos.

El primero sería trasladar ese costo al ciudadano y el otro, esperar la compensación en el Impuesto a la Renta que declara anualmente.

Sin embargo, este anuncio contradice lo que indica la ley y lo que él mismo anunció anteriormente. Según la norma, el crédito tributario solo se aplica a “materias primas, insumos y bienes de capital con la finalidad de que sean incorporados en procesos productivos”.

Carrasco había anticipado que no habría crédito tributario para los bienes de consumo.

Al ser consultado sobre esta diferencia, explicó que será el Comité de Política Tributaria el que defina el listado de bienes que se podrán compensar y, pese a las dudas, pidió a los periodistas que no se le siga preguntando sobre el tema.

El Comité, creado con la reforma, es la máxima instancia interinstitucional encargada de la definición y lineamientos sobre impuestos.

Carrasco argumentó esto para insistir en que no habrá motivos para un incremento de precios a los consumidores, aunque reconoció la posibilidad de que haya actores económicos que sí lo hagan.

Actualmente la ley tributaria está en vigencia, pero varios asambleístas han interpuesto demandas de inconstitucionalidad, debido a que la oposición, a través de resolución con 53 votos negó la norma.

Los asambleístas la rechazaron, entre otras razones, porque, en su criterio, sí provocará un alza de los precios.

De todos modos, la norma ya fue publicada en el Registro Oficial.

Carrasco dijo que desde el viernes el envío de remesas o transferencias, a través de cualquier mecanismo están gravadas con el 5%. También que ciertos bancos aplicaron de manera ilegal el aumento de los tres puntos desde el 24 de este mes, por lo que los afectados deberán pedir la devolución por cobro indebido. Aclaró que los dividendos de los accionistas que residen en el exterior están exonerados de pagar el incremento del impuesto y que no habrá posibilidad de una doble tributación.

Fuente El  universo

Las perspectivas de los empresarios sobre la economía ecuatoriana para el 2012 tienen una dosis de pesimismo. Así se desprende de los resultados de la última edición del Barómetro de Empresas de la consultora Deloitte, que se realizó entre 105 empresas.

Según el estudio, el 68,3% de las compañías consultadas cree que la situación económica empeorará dentro de un año. Y un 19,2% estima que se mantendrá inalterada en el mismo lapso.

A nivel general, las empresas consultadas no creen que mejore el clima de inversiones en el año venidero. El 70,2% proyecta que empeorará, un 23,1% considera que no habrá cambios y el 6,7% considera que habría una mejora.

En el caso de las perspectivas respecto del empleo, solo el 5,8% espera que el nivel de ocupación mejore en los próximos doce meses.

A pesar de que existe pesimismo de los empresarios respecto al futuro de la economía ecuatoriana, más de la mitad de los encuestados dijo que espera una mejor situación a nivel de sus empresas.

Fuente  El Universo

Durante muchos años hasta la década del noventa, las principales crisis se originaban en los países emergentes, tanto en Latinoamérica como en Asia.

Cuando uno le cuenta a la gente joven que los precios variaban varias veces en un día, pareciera que le estamos hablando de ciencia ficción.

Podríamos decir que la década del ochenta fue la década perdida de los países emergentes, con crecimientos muy magros o incluso recesivos, coincidió con el paulatino comienzo de las democracias.

Se comenzaron a hacer programas de ajuste macroeconómicos y se empezó a bajar la inflación, que se redujo a un dígito hacia 1999. Aunque las turbulencias financieras de esos años, pusieron en evidencia las fragilidades de las economías.

Pero a partir del nuevo siglo las cosas comenzaron a cambiar y las crisis provinieron más de los países desarrollados que de los emergentes. Comenzando con la caída de las punto com, seguido por la caída de la firma Lehman Brothers y en estos momentos, por los problemas de los gobiernos de Estados Unidos y Europa.

Es verdad que durante el últimos trimestre del 2008 y el primer trimestre del 2009, el PIB latinoamericano se contrajo 3%. Sin embargo, las economías se recuperaron vigorosamente durante el 2010 teniendo un crecimiento en conjunto de 5,9%, excelente cuando se lo compara con otras regiones del planeta.

¿Y ahora qué? ¿Estamos preparados para soportar decorosamente otro recrudecimiento de la crisis?

La respuesta es que sí. Esto estará fomentado en las exportaciones, en el gran consumo interno, en el fuerte comercio regional que hará soportar mejor la caída de la demanda en el mundo desarrollado y también las armas de política monetaria y fiscal, con que cuentan los gobiernos que no lo tienen los países desarrollados.

También con grandes bolsones de liquidez en los países centrales, los mismos buscarán oportunidades en los países emergentes. Los desafíos son grandes, pero la región ofrecerá en el 2012 las mejores oportunidades de rendimiento riesgo para las inversiones.

Con la vigencia inmediata del aumento del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) del 2% al 5%, que los bancos empezaron a retener desde el viernes pasado, ciertos sectores ya han comenzado a variar el valor de sus productos, mientras que otros advierten sobre la presión que se sentirán en los precios.

Un importador de llantas de Guayaquil indicó que en su almacén el costo de la mercadería ya subió entre 4% y 5%. Dijo que debe cargar los artículos para con ese dinero compensar el costo extra generado por el 3% más en el ISD, que contempla la reforma tributaria.

Además, la subida del precio también sería una medida para anticiparse al incremento de los sueldos del 2012 y el alza del producto en la fábrica.

El costo de las materias primas también sentiría una subida inmediata, según Jorge Luzuriaga, presidente ejecutivo de la comercializadora Nutec. La explicación, dijo, es que “la mercadería que ya ingresó hay que pagarla con 5% del ISD, por lo tanto hay que venderla con el aumento”. El valor del aumento sería del 3%.

La importación de vehículos también es una actividad que sentirá el impacto en precios. Jaime Cucalón, presidente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz, aseveró que el aumento se dará a mediados de diciembre, pues gran parte de los importadores pagan sus vehículos una vez que llegan al país.

El alza sería del 2% más que el costo actual, pues explica que el 3% extra se cobra sobre el valor del bien en la fábrica.

Con el ISD en el 2012 se plantea recaudar $ 250 millones más que el año anterior, según estimaciones del Servicio de Rentas Internas. Este valor se cobraría a todas las compras realizadas al extranjero y los giros internacionales.

Eduardo Cadena, de la Corporación Centro de Estudios y Análisis de la Cámara de Comercio de Quito, mencionó que contrario a lo planteado por el Gobierno, la reforma tributaria sí afectará a los estratos medios y bajos de la población. Además agregó que no está seguro de que la medida frene el consumo de bienes importados, pero sí los hará más caros.

Y aunque en el sector de los electrodomésticos aún no se registran elevaciones de precios, los comerciantes y distribuidores no descartan que estos sufran una modificación durante las próximas semanas.

Roberto Medina, de Almacenes Jaher, por ejemplo, explicó a sus clientes que una refrigeradora de 15 pies marca Mabe (importada) actualmente se puede adquirir en $ 773,76 en efectivo o en $ 806 a plazos solo hasta fines de noviembre, pero en diciembre no existe certeza de congelar el precio.

Juan Palacios, de la distribuidora Marcimex, también cree que habrá un aumento, sin embargo, establece que entre enero y diciembre los precios no subirán más de $ 10 o $ 20.

Andrés Mata, director ejecutivo de la Asociación de Almacenes de Electrodomésticos, explicó que las subidas en el sector podrían sentirse en los productos que se expongan para el Día de la Madre, pues son los que ahora son pagados a las fábricas en el extranjero.

Además mencionó que el aumento en los costos por el ISD no será mayor al 3% por producto, sin contar otros valores como la variación en los precios de venta desde las fábricas, el transporte, entre otros.

En el caso de producto nacional que cuenta con partes importadas, Marcelo Cordero, gerente de Induglob, consideró que el aumento del ISD no debería afectar los precios.

La razón sería que los costos que se paguen por materia prima y bienes de capital constituyen un crédito fiscal para el fabricante. “Si bien es cierto el pago de este nuevo impuesto afectará el flujo de caja de los fabricantes en general, estimo que el costo financiero de estos recursos podrá ser asumido por los fabricantes”, indicó.

Caterina Costa, presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos, en cambio, cree que es complicado para “las empresas desembolsar hoy ese 5% y esperar el tiempo que corresponda para cruzarlo como crédito tributario (si es que se puede)”. Ella piensa que la opción debió ser la exoneración.

3%
más se paga por la salida de divisas al extranjero.

Elevación causó adelanto de pagos

Durante las dos semanas antes del aumento del Impuesto a la Salida de Divisas del 2% al 5%, vigente desde el jueves pasado, los bancos ecuatorianos notaron un aumento de transacciones al extranjero.

Según César Robalino, director ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Bancos Privados, estos movimientos harían que durante el último trimestre del año la inversión extranjera directa tenga una caída superior a cuando se incorporó el 0,5% o el 2% de impuesto, cuando fue del $ -300 y $ -200 millones, respectivamente.

Juan Carlos Berrú, vicepresidente de Banca Corporativa y Empresarial de Banco Pichincha, explica que entre el 50% y 75% de los clientes corporativos optaron por adelantar pagos o precomprar productos para anticiparse a la aplicación del impuesto. La mayoría dice que pagó de uno a tres meses adelantado.

La salida de capitales del país, según Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, podría ser una las razones por las que en la semana del 11 al 18 de noviembre los bancos disminuyeron sus depósitos en el Banco Central. Ese rubro pasó de $ 1.842,71 millones en el 11 de noviembre a $ 1.585,94 millones el 18 de este mes.

fuente El  Universo