FC Consultoría y Asesoría

Al cierre del primer semestre del año, el mercado de la telefonía celular sigue expandiendo sus ingresos en Ecuador.

Claro, subsidiaria del grupo América Móvil, incrementó sus ingresos por servicios celulares en un 15,9%, mientras que Movistar (Telefónica) logró crecer un 6,6% en este periodo.

En términos monetarios, Claro alcanzó ventas por 668 millones de dólares de enero a junio del 2011, superando así los 576 millones de dólares de igual periodo del 2010.

Durante el primer semestre, la operadora registra 11,1 millones de suscriptores, 9,9% más que en junio del 2010. Esto debido a que ganó 198 mil nuevos suscriptores al terminar el segundo trimestre.

Por su parte, la española Telefónica indicó que sus ingresos en Ecuador se ubicaron en 193 millones de euros ($ 274,65 millones al cambio actual).

Movistar, la segunda operadora privada en el mercado, cerró el semestre con 4,5 millones de abonados. Según la firma, logró 234 mil accesos nuevos durante los primeros seis meses del año. Los ingresos por servicios de datos continúan como una de las “palancas” de su crecimiento

Los abonados de la Eléctrica de Guayaquil se encuentran a la espera de las planillas con el alza escalonada del costo de energía para quienes desde el pasado 1 de julio, fecha en la que entró en vigencia el nuevo esquema tarifario para quienes consuman más de 500 kilovatios hora al mes.

Según la disposición del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec) desde este mes los usuarios de todo el país podrán constatar en sus planillas si continúan o no con el subsidio.

En Guayaquil la emisión de las facturas se realiza entre el 3 y 15 de cada mes, por ello usuarios como Beatriz Pachay, quien vive en la 29 y Portete, está a la espera de conocer su facturación.

“El consumo eléctrico en mi vivienda es de 250 kilovatios hora al mes, por ello pago $ 15, pero como todo puede pasar en este país, no sé si mi planilla del mes de julio salga elevada y por ello pierda el subsidio”, indicó esta ama de casa.

Mientras que en la Corporación Nacional de Electricidad de Manabí, la distribución de las planillas se inició ayer con 7 mil de los más de 290 mil abonados que podrán constatar su consumo.

Según un funcionario de la entidad, los abonados que se sientan perjudicados en las facturas deberán acudir a la entidad para hacer la respectiva denuncia.

El nuevo pliego tarifario divide a la población en tres segmentos: en el primero están los abonados que pagan la tarifa de la dignidad, es decir aquellos que consumen menos de 120 kilovatios horas al mes en el Litoral y la Amazonía y hasta 110 kilovatios hora al mes en la región andina.

En el segundo grupo se encuentran quienes gastan entre 111 y 500 kilovatios horas al mes, ellos cancelan un promedio de 9 centavos de dólar.

Mientras que el tercer grupo está formado por los abonados que consumen más de 500 kilovatios. Ellos comenzarán a perder el subsidio de forma gradual y el costo oscila entre 11 y 67 centavos de dólar.

Según el Conelec si una persona consume 800 kilovatios hora al mes, por los 500 pagará la tarifa subsidiada, pero por los 300 restantes entrará el ajuste escalonado.

De acuerdo al Conelec en todas las facturas no se verá reflejado el nuevo esquema tarifario ya que en algunos sectores el consumo se toma entre el 15 y 30 de cada mes, por lo que en septiembre se conocerá verdaderamente quiénes deberán pagar más.

Estados Unidos dio ayer un respiro a su debilitada economía con la aprobación de medidas que buscan evitar que el país entre en un proceso de quiebra y contagie a los mercados internacionales.

A pocas horas de cumplirse un plazo para evitar una cesación de pagos sin precedentes, el Senado aprobó una legislación para elevar el techo de deuda fijado actualmente en 14,3 billones de dólares, en más de 2 billones de dólares. Además el plan prevé que el gobierno haga recortes de gastos de al menos 2,1 billones de dólares.

La decisión contó ayer con el voto favorable de 74 senadores, mientras que 26 sufragaron en contra. Un día antes, la Cámara de Representantes aprobó las medidas con 269 votos a favor y 161 en contra.

La compleja situación de Estados Unidos se agudizó cuando llegó a su límite de endeudamiento en mayo y el fantasma de la suspensión de pagos de la mayor economía del mundo comenzó a aproximarse.

Como la administración de Barack Obama no tenía posibilidad de tomar la decisión sobre elevar el límite de endeudamiento, la discusión pasó a manos del Congreso estadounidense, en donde republicanos y demócratas desarrollaron duras negociaciones.

Parte de la iniciativa se negoció bajo las condiciones que fijó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, entre ellas la exigencia de que cualquier aumento al límite de endeudamiento fuera compensado con recortes al gasto.

Obama estampó su firma en el acuerdo poco menos de dos horas más tarde que el Senado lo aprobara, y un día después de que la Cámara de Representantes le diera su aval.

A cambio de la elevación del límite de deuda, la administración demócrata de Obama tuvo que ceder a las exigencias de la oposición y deberá hacer grandes recortes.

El primer recorte será de unos $ 900.000 millones. Luego un comité deberá acordar para fines de noviembre un nuevo ajuste de $ 1,5 billones, que será aprobado al mes siguiente por el Congreso.