Las embotelladoras calculan cómo enfrentar el impuesto a las botellas
A solo un mes para que el Servicio de Rentas Internas (SRI) empiece a cobrar los $ 0,02 por cada botella a las compañías que envasan bebidas –de acuerdo con la Ley de Fomento Ambiental y Optimización de los Recursos del Estado–, algunas empresas todavía discuten cómo recuperar el valor del impuesto.
Según las disposiciones transitorias de la nueva reforma, “el impuesto redimible ambiental a las botellas plásticas no retornables se aplicará a partir del 1 de enero del 2012 y su devolución será conforme a lo que determine el reglamento”.
Empresas como Arca Ecuador (embotellador de Coca Cola) indican que sus productos costarán $ 0,02 más desde enero. Sin embargo, la devolución de ese mismo valor a los consumidores de sus productos –si estos regresan las botellas a la compañía, como lo establece la ley– se implementará cuando se presente el reglamento.
A diferencia de Arca, otras industrias aún mantienen conversaciones internas para acordar si cambiarán sus precios y cuál será la logística de devolución de los $ 0,02.
En Sumesa, fabricante de agua, jugos, té, hidratantes y energizantes, por ejemplo, todavía no saben si van a cargar los productos a los consumidores, según un ejecutivo de la empresa. Estas medidas, comentó, están en discusión.
En la industria Toni el panorama tampoco es claro en relación con el impuesto. En esta compañía también se realizan constantes reuniones para trabajar sobre si se mantiene o no la tabla de precios y cuál será su propuesta logística para recoger las botellas del mercado.
El aumento en el costo de los productos para el consumidor, según César Ortiz, director de Impuestos de PricewaterhouseCoopers Ecuador, sería inevitable, pues según la ley, el impuesto no se puede descontar del pago del Impuesto a la Renta y constituye un gasto extra para las empresas.
Ante esto, indicó, las compañías tienen dos opciones: trasladar los $ 0,02 al consumidor o crear una red de recolección de botellas para poder descontar el número de botellas producidas con el número de envases que retornaron a la empresa. Pero esto también tendría un costo adicional que debería ser presupuestado.
Mientras las empresas deciden cuál será su posición frente al impuesto, los costos no han variado en las distribuidoras, pero sí se ha generado preocupación entre los vendedores en tiendas y pequeños depósitos.
Luis Benavides, propietario de una tienda en Sauces VII, por ejemplo, explicó que al subir los precios la primera reacción del público es dejar de comprar, aunque luego el cliente se acopla como ya ha notado en ocasiones anteriores.
El tiempo para ese ajuste, según los vendedores, sería en enero, según les han comentados sus proveedores.
Rosendo Atariguana, dueño de un pequeño depósito de agua, colas e hidratantes en el centro de la ciudad, cuenta que él espera la planilla de nuevos precios para la primera semana del año, aunque no puede precisar de cuánto serán los aumentos. Actualmente, entre los productos que vende están botellas de agua Nativa que cuestan $ 2,80 el paquete de 24 unidades y $ 6,30 por cada 12 botellas de Nesté, entre otros.
En las calles cercanas al negocio de Atariguana los precios de venta al público también se mantienen. Una botella de agua, por ejemplo, está entre los $ 0,25 y $ 0,30.
La situación es similar en el norte de la ciudad, donde los propietarios de las tiendas también coinciden en que esta será una más de las subidas de precios que se han presentado en el transcurso del año.
Fuente El Universo