Para industria molinera, BNF no debió importar
Para la industria molinera del Ecuador, la importación de 60 mil toneladas métricas de harina de trigo procedentes de Argentina, que realizó el Banco Nacional de Fomento (BNF) el 1 de abril del 2008, no era necesaria porque el sector privado se encontraba en la capacidad de abastecer el mercado local.
Gonzalo Correa, presidente ejecutivo de Grupo Moderna, indicó ayer que fue un grave error que el BNF se involucrara en la importación del producto, porque es una entidad orientada a entregar créditos a los agricultores.
Un informe de Contraloría determinó un perjuicio al Estado por $ 2’195.411,47 en la adquisición a la empresa argentina Cargill de 60 mil toneladas métricas de harina de trigo (39 mil y 21 mil toneladas en dos contratos, en abril del 2008 y febrero del 2009), parte de ellas contaminada con gorgojo.
El informe, que determina indicios de responsabilidad penal por el presunto delito de malversación de fondos públicos (peculado) en contra de 27 exfuncionarios implicados en la negociación, fue emitido por la Contraloría en abril pasado.
Según Correa, el mal manejo de la contratación se dio porque el BNF no tiene la infraestructura ni el personal necesario para poder realizar una importación de este tipo, además para poder conservar la harina es necesario contar con una cadena de almacenamiento que permita tener el producto a temperaturas adecuadas y eso solo tiene la industria privada.
Correa también ve con asombro que una empresa como Cargill, considerada una de las más grandes en el negocio del trigo y fertilizantes, se encuentre involucrada en un negocio que ha perjudicado al país.
Pedro Miranda, presidente de la Federación Nacional de Panificadores (Fenapan), que en el 2008 agrupaba a 6.500 agremiados, aseguró ayer que entre los beneficiados con la harina procedente de Argentina no se conoció que esta llegara con gorgojo.
Sin embargo, indicó que supo que un embarque que no salió del puerto de Guayaquil, y ese estaba contaminado, pero desconoce cuál fue el destino de esa harina.
En tanto, Segundo Yerovi, presidente de la Asociación de Maestros Panificadores del Guayas, manifestó que la mayor parte del producto subsidiado fue distribuido en las provincias de la Sierra y en aquella época se conoció que un grupo de panificadores recibió harina con gorgojo, la cual fue devuelta.
Para Yerovi, la harina no contó con un buen proceso de conservación por lo que se registró el daño.
Fuente El Universo