Australia y Estados Unidos sufren los embates del clima
Los estadounidenses se enfrentaban a fríos glaciales ayer a medida que comenzaban a salir de una monstruosa tormenta de hielo, nieve y aguanieve que azotó una extensión de 3 000 kilómetros desde Texas, en el sur, hasta Maine, en el extremo noreste. La tormenta, una de las más grandes desde los años cincuenta, redujo casi a la mitad el tráfico aéreo el martes y el miércoles y las autoridades advirtieron que las condiciones para el tráfico terrestre seguían siendo traicioneras, si bien el grueso de la tempestad se dirigía hacia la costa este. En total, se cancelaron más de 18 500 vuelos a lo largo de todo Estados Unidos, según la página web especializada FlightAware. Se reportaron al menos una docena más de muertes en el resto del país. La tormenta afectó a cerca de 100 millones de personas. Se emitieron alertas por nevadas, lluvias heladas o vientos en la mayoría de los 50 estados del país, mientras las acumulaciones de nieve llegaban a tres metros en algunas regiones.