El retorno de las grandes consultoras
Cuando los tiempos son buenos, son muy, muy buenos para los consultores. Pero cuando son malos, son horribles. A medida que la economía se estancó en 2009, el sector de la consultoría mundial se contrajo un 9,1%. Fue el peor año desde al menos 1982, según Kennedy Information, una empresa de asesores. Pero ahora han regresado. Aquellas empresas que archivaron sus proyectos durante la recesión están en busca de ayuda. Cuando en 2009 las firmas contrataban consultores, el 87% de los proyectos tenían por objeto reducir los costos en lugar de impulsar el crecimiento, dice Kennedy. Este año, solo el 47% del gasto será para la reducción de costos. El resto irá a planes de crecimiento, de las fusiones a la instalación de nuevos sistemas informáticos. Pero no todos se beneficiarán por igual.
La consultoría es una industria diversa. Las más conocidas son las de estrategia para las élites, tales como McKinsey & Co, el Boston Consulting Group (BCG) y Bain. Empresas como AT Kearney, Booz & Company y Oliver Wyman hacen el mismo tipo de trabajo, pero son más pequeñas. Una segunda categoría comprende las cuatro grandes firmas de contabilidad -Price WaterhouseCoopers (PwC), Deloitte, KPMG y Ernst & Young. Todas, excepto Deloitte, lanzaron sus consultorías a principios de los años 2000, pero desde entonces han surgido otras nuevas. Un tercer grupo está formado por consultores de tecnología para grandes empresas, como IBM y Hewlett-Packard. Se espera que el gasto en consultoría estratégica, la más famosa, crezca en un promedio anual de apenas 1,1% hasta 2014 (actualmente representa el 12% del gasto total).
Las previsiones de Kennedy sobre las consultorías que estarán en auge, son sobre administración de empresas (asesoramiento sobre la forma de hacer las mismas cosas mejor) que crecerán un 5,1% al año; en TI en un 3,9% y en personal un 4%, entre 2010 y 2014. América del Norte inventó el consultor estratégico, pero parece que no necesitará más. Europa Occidental parece estar saturada. Una empresa bien dirigida sabe cuándo necesita asesoramiento externo, por lo que la consultoría estratégica está lejos de desaparecer.