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El viceministro de Minas, Federicio Auquilla, anunció que esta tarea de concienciación con los mineros ha sido ardua y estuvo acompañada de procesos de capacitación, erradicación de utilización de mercurio, mejoras técnicas, mejoras de equipos, mejoras de condiciones de trabajo, con miras a pasar de una economía familiar a una economía asociativa.

Es un proceso llevado a cabo con 5 universidades del país, que tienen escuelas en geología, minas y medio ambiente, precisó Auquilla.

En tanto, para obtener los permisos, estos artesanos debieron cumplir con algunos requisitos: calificar como sujetos de derecho minero, con permiso provisional hasta obtener los permisos de la Secretaría Nacional del Agua, de los ministerios del Ambiente y Patrimonio Cultural.

Estos “son permisos definitivos que les permitirá laboral por un período de 10 años”, según lo recalcó el funcionario, al tiempo de advertir que estos documentos les posibilitará después de un década pasar al grupo de la pequeña minería.

Según la Ley de Minería, mineros artesanales son considerados aquellos que no tengan inversiones que superen las 150 remuneraciones básicas unificadas y en caso de grupos que superen las tres personas, las 300 remuneraciones.

Fuente Diario El Telegrafo

La empresa de capital chino Ecuacorriente prevé producir 180 millones de libras de cobre al año de una gran mina a cielo abierto en la Amazonía ecuatoriana, para la cual ya recibió el permiso del Ministerio de Ambiente.
En rueda de prensa, sus directivos explicaron que la mina «Mirador» tendrá dos kilómetros de diámetro y 800 metros de profundidad y de ella se extraerán 60.000 toneladas de material al día.
La compañía exportará el concentrado de mineral, que en un 85 % será de cobre y el resto de oro y plata, porque no existe capacidad en el país para fundirlo, según Xavier Arias, su vicepresidente financiero.
El cobre contenido en ese concentrado sumará 180 millones de libras al año, de acuerdo con sus estimativas.
Ecuacorriente firmó el contrato de la concesión con el Gobierno el pasado lunes, lo que abrió la puerta a la primera explotación minera a gran escala en la historia de Ecuador.
Organizaciones de oposición, especialmente indígenas, iniciarán mañana en El Panqui, la localidad al sur del país donde está ubicada la mina, una marcha de protesta contra esos planes, la cual llegará a Quito el 22 de marzo.

Li Dongqing, presidente de Ecuacorriente, dijo que la compañía dispone de tecnología y estándares para minimizar el impacto ambiental.
La empresa recibió en febrero el permiso para la explotación del Ministerio de Ambiente de Ecuador, tras gestionarlo durante «varios meses», según Raúl Brito, subgerente ambiental.
Para operar necesita de otras autorizaciones, la mayoría de las cuales ya las tiene, según Mauricio Núñez, vicepresidente legal y jefe negociador de la firma, quien no dio más detalles al respecto.
La semana pasada, el ministro de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pástor, dijo que también era necesario el visto bueno de la Secretaría del Agua y del Ministerio de Coordinación de Patrimonio.
Núñez recalcó hoy que el área de la explotación está fuera «del bosque protector», una zona protegida en la frontera con Perú.
Li explicó que el proyecto cuenta con reservas de 500 millones de toneladas de cobre, pero que el fondo del yacimiento «requiere más estudio», por lo que los recursos estimados «no son los recursos totales».
Ecuacorriente es propiedad de China Railway Construction Corporation, la cuarta mayor constructora del mundo, y de Tongling Nonferrous Metals Group Holding, la sexta mayor productora de cobre del planeta.

fuente Diario El Telegrafo