Los consumos con tarjetas de crédito suben un 41%
El consumo que se realiza a través de las tarjetas de crédito se incrementó un 41%. Según la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS), de enero a julio de este año, el gasto se ubicó en 3.953 millones de dólares, frente a los 2.799 millones alcanzados en el mismo periodo del 2010.
En ese lapso constan las compras que Marcela Zambrano realizó en los últimos meses, que han crecido -dice- hasta en un 50% respecto al año pasado. «Hace dos años por salud estuve inactiva. Ahora que he vuelto a trabajar estoy pagando 250 dólares mensuales en dos tarjetas. Es el doble porque ahora me movilizo más y gasto más», sostiene.
Casos como el de Marcela se replican en un mercado en el que obtener plásticos se ha vuelto más sencillo debido a una mayor cultura de bancarización, afirma Eduardo Coronel, gerente general de Bankard, quien señala que las instituciones están en la búsqueda de más tarjetahabientes.
«Los bancos cada vez están dando más facilidades de pago, en diez, seis, doce meses. Con la tarjeta no necesitan el cien por ciento del dinero para comprar algo y la institución no le va a cobrar intereses adicionales porque eso lo están asumiendo el establecimiento y el banco», refiere.
El usuario David Freire coincide con ese criterio. Explica que por esa facilidad ha logrado obtener tres documentos en dos años. «Recurro a ellos por la facilidad de pago y por la garantía de poder utilizarlos en cualquier lugar», indica el joven, quien asegura que el uso también es motivado por la inseguridad. «Yo prefiero, además, portar tarjetas que llevar dinero en el bolsillo».
De acuerdo con las estadísticas de Bankard, el 25% del consumo de sus tarjetahabientes está enfocado en el sector de alimentos; el 12% a vestimenta; el 10% a vehículos y avances en efectivo, respectivamente; el 8% en salud e igual porcentaje por servicio de gasolineras. Un rubro menor fue para tecnología (6%) y viajes (5%).
Según Coronel, Ecuador todavía mantiene un índice de consumo bajo con respecto al de otras naciones de Latinoamérica. «En países como Colombia y Chile, donde la mayor parte de las personas es de clase media, el saldo promedio de cartera por cada cliente es 2.500. Acá es de 1.000 o 1.600 dólares», sostiene.
Igual sucede con la tasa de morosidad: «En el país es de 3,5%. Se trata de una tasa muy buena porque a nivel de región está entre el 6 y 7%. La Central de Riesgos es una herramienta que ha ayudado mucho a contrarrestar la morosidad», dice.
El aumento del gasto, a través de plásticos, refleja el fortalecimiento de la actividad comercial que existe a nivel nacional, estima Carlos Morlás, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Ecotec. Sin embargo, indica que podría convertirse en un arma de doble filo si los consumidores abusan de su uso.
«Muchas veces los clientes no analizan que las tasas de interés que están pagando pueden ser sumamente elevadas y que si no son responsables en el manejo de la misma podrían caer en una crisis muy grande. En el momento en que la persona gasta más de lo que percibe, naturalmente puede caer en una crisis».
El analista aconseja que los clientes deben tener claro cuál es el presupuesto con el que cuentan, antes de diferir sus compras. Otra recomendación es estudiar la forma de pago: Si el consumo que se realizará es urgente (comida, medicinas) programarlo para un pago a fines de mes. Si se trata de una adquisición poco apremiante (como electrodomésticos) el diferido es una buena alternativa.
Fuente: El Expreso