Educación diferenciada, a debate
El pedido que hizo el presidente Rafael Correa a la ministra de Educación, Gloria Vidal, para que realice un cronograma que permita convertir a toda la educación pública del país en mixta, tiene criterios divididos.
Por un lado están los rectores de los establecimientos educativos tanto masculinos como femeninos, que ven como positiva la medida, la cual tomará tiempo porque hay que realizar algunos cambios en la infraestructura de los planteles.
Y por otro están muchos padres de familia que manifiestan su preocupación de que esta modalidad, una vez que se implemente, origine problemas disciplinarios e inclusive amorosos entre estudiantes de ambos sexos.
Los estudiantes, en cambio, tienen criterios divididos: unos piensan que sería bueno compartir desde el colegio las actividades con el sexo opuesto; otros, creen lo contrario.
En el enlace ciudadano del sábado pasado, Correa dijo que hay que dejar a un lado el «anacronismo» de que en pleno siglo XXI existan colegios solamente de mujeres o solamente de hombres.
«La educación pública debe ser mixta en todos sus niveles. Así que el Ministerio de Educación a darme el cronograma para alcanzar sin mayor postergación ese objetivo», acotó.
«¿Acaso así es la vida?», cuestionó, al tiempo que explicaba que en los planteles públicos debe existir coeducación porque a los jóvenes se los debe educar para la vida.
«Salen del colegio a la universidad donde van a tener formación mixta y muchos no saben manejar esa nueva realidad porque se formaron en colegios solo de hombres o solo de mujeres», mencionó.
Aunque aún no está establecida la fecha para la puesta en marcha de la propuesta, en los planteles fiscales de la ciudad el fin de la educación diferenciada (separada por sexos) comenzó a debatirse.
Ketty Flores, rectora del Instituto Superior Guayaquil, donde se educan más de 4.500 alumnas, considera que esta medida es válida.
«Hombres y mujeres estamos inmersos en esta sociedad de cambios y tenemos que estar preparados para participar en este proceso», manifestó.
Flores dijo que docentes, padres de familia y estudiantes deben prepararse para vivir en armonía y respeto.
«En los colegios hay que ir familiarizándose con estos cambios, para que cuando el Ministerio de Educación ponga en marcha este proceso, estemos listos y animados para lograr el objetivo que se persigue», puntualizó.
Patria León, rectora del colegio fiscal Veintiocho de Mayo, donde se educan más de 5.000 señoritas, califica de positivo este anuncio. No obstante, indicó que habría que implementarse el cambio de la infraestructura del plantel, especialmente en baterías sanitarias.
Asimismo, tendría que aumentar el número de profesores varones para controlar a los nuevos alumnos en áreas como los baños.
«Si nosotros en la sociedad convivimos y competimos en todos los ámbitos entre hombres y mujeres, qué mejor que desde el inicio de sus años de formación como estudiantes lo hagamos así», subrayó.
Pero la mayor expectativa está en los estudiantes.
Carlos Ayala, del colegio de varones Aguirre Abad, señaló que esta medida complementaría la formación de él y sus compañeros. «Al tener niñas en nuestras aulas nos haría más sensibles, actuaríamos con respecto y hasta moderaríamos nuestro vocabulario».
En el ínterin varios colegios fiscales como el Eloy Alfaro y Simón Bolívar adoptaron la modalidad coeducativa.
«Al principio fue complicado porque nos poníamos nerviosos cada vez que alguna niña entraba al curso», recordó Efraín Morales, alumnos del Simón Bolívar, cuyo plantel es mixto desde hace 10 años.
La misma sensación experimentó Adriana Mendoza, del colegio Eloy Alfaro. «Cuando llegué al plantel, hace seis años, éramos pocas las mujeres en el curso. Ahora, ya casi estamos en igualdad», añadió.
En los últimos 10 años, planteles religiosos también entraron en la competencia.
Hay colegios tradicionales como el Cristóbal Colón, San José La Salle que antes eran solo de hombres, o la Inmaculada o Sagrados Corazones donde se educaban solo mujeres. Incluso este último graduará -en este año lectivo- a la primera promoción mixta de bachilleres que comprenden más de 100 mujeres y solo tres varones.
Según el Ministerio de Educación, en el país hay 26.399 instituciones educativas: 304 femeninas, 187 masculinas y 25.908 centros mixtos.
Si bien la coeducación se ha vuelto una herramienta indispensable en la formación de los estudiantes, «no se puede incluir de manera abrupta a las mujeres en un colegio que tradicionalmente es de varones», expresó el psicólogo Pedro Solórzano Loor.
El profesional insistió en que la puesta en marcha de esta modalidad debe hacerse en forma progresiva, con el fin de que los cambios no se sientan de golpe.
Fuente: El Expreso